Realmente lo
que voy a plantear no creo que sea ninguna de esas dos cosas. Pero preocuparnos
por el producto, más allá de la visión de su proceso de manufactura en mi
opinión es crucial.
No estoy
diciendo nada nuevo, sin embargo vivimos bastante inmersos en nuestro proceso
de producción, cómo administrarlo, mejorarlo, optimizarlo, etc. En mi opinión
está muy bien. Pero la apuesta es mayor, mucho mayor.
Tal vez por
el lenguaje, tal vez por el desinterés en nuestro proceso por parte de las
áreas interesadas, no es ese un tema que arrastre multitudes. Guardando las
distancias es cómo me puede interesar a mí el proceso de fabricación del queso
blanco de Danone siendo consumidor del mismo. Como curiosidad lo veré una vez,
si lo hago, pero luego quiero probarlo y decidir si me gusta o no. Vuelvo a
repetir, guardando las distancias del ejemplo, que es sólo para escenificar el
tema.
El producto
y no me refiero sólo a la entrega (delivery) del mismo, sino a su descubrimiento,
es lo que nos acercará más a los interesados, incluyendo entre ellos a los usuarios, nos dará un lenguaje compartido, nos incluirá en el negocio, y finalmente
hará que el negocio sea exitoso, donde el producto será un vehículo más en ese éxito.
Tal vez así
pasemos de desarrollar “conforme a requerimientos” a desarrollar productos útiles
y que hagan al negocio exitoso, creo que esa debe ser la guía. La primera posición nos
hace intercambiables con alguien que desarrolle igual o mejor que nosotros los
mismos requerimientos. Lo segundo nos hace imprescindibles.
No
abandonemos los procesos pero tampoco ignoremos qué fue de la vida del producto
luego de salir a Producción. Allí se juega el partido.
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